Tenochtitlán:

la principal urbe de Mesoamérica

La fundación de Tenochtitlán, lo que es ahora Ciudad de México, fue un momento en donde la historia se entrelaza con la leyenda. En dicha época de esplendor era una de las ciudades más significativas y organizadas del mundo y quien lideraba el imperio que regía gran parte de Mesoamérica.

Existen infinidad de versiones las cuales han sido puntos de discusión respecto a la fundación de Tenochtitlán, el significado de dicha palabra seria, “Te” que significa piedra, “nōch” que significa “tuna” y “ti-tlān” que significa abundante, la traducción total seria “donde abundan las tunas” Algunos escritos confirman que esto sucedió el 12 de diciembre, por otra parte confirman que fue el 18 de julio, aun así se llegó a un consenso que ocurrió el 13 de marzo en 1325.

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Así era la antigua Ciudad de México

Una travesía con más de 20 paradas hasta fundar Tenochtitlán

Los aztecas partieron de Aztlán ubicado al norte de México en la actualidad, iniciaron un recorrido en busca de una señal dada por Huitzilopochtli, que no sería otra cosa que un águila sobre el nopal, de esta manera consiguieron la ubicación de lo que sería la ciudad Tenochtitlán.

El seguimiento que le hicieron al peregrinaje desde Aztlán siendo esta la primera ciudad que pudieron identificar los historiadores aztecas fue Tula, la ciudad fundada por Quetzalcóatl. Según dichos relatos encontrados de todo el peregrinaje, ellos se asentaron en más de veinte sitios antes de encontrar el sitio adecuado que sería Tenochtitlán.

En su peregrinaje vivieron varios lapsos de tiempo, mientras recuperaban fuerzas, descansaban y atendían a sus heridos por tan largo camino, además de recolectar alimentos para su travesía, todo esto pasaba mientras ellos aprendían de las experiencias vividas de cada lugar y enterraban a sus muertos bajo ceremonias y la unión del pueblo en tan tristes momentos, los enfermos y los ancianos siempre se dejaron atrás en más de los 20 sitios donde acamparon temporalmente.

Tenochtitlán la gran ciudad

Cuando llegaron los conquistadores en 1519, Tenochtitlán tenía aproximadamente 150.000 habitantes, y superaba a las ciudades europeas de la época en términos de expansión y planificación urbana.

A finales del siglo XV, Mesoamérica era la cuna de la ciudad más prometedora, fuerte y desarrollada, con una expansión de 14 Kilómetros cuadrados. El eje de la ciudad se ubicaba en el centro ceremonial del recinto sagrado, expandiéndose concéntricamente según la relación entre las diferentes clases sociales.

En el entorno cercano al recinto sagrado, se elevaron las casas de los nobles, luego de los administradores y artesanos y finalmente vendrían mayormente viviendas de la población rural. Sin embargo, la separación entre el campo y la ciudad, no era tan radical como las ciudades modernas de la actualidad. Por el contrario, la infraestructura urbana sería progresiva a la infraestructura correspondiente a las actividades rurales y agrícolas que fueron en ascenso.

Se tienen evidencias de construcciones de acueductos, calzadas, y “chinampas” que no son más que islotes artificiales hechos con vegetación del lago, lodo y raíces. Al principio las chinampas eran tierras de cultivo, posteriormente sobre estas bases se construyeron viviendas que fueron conectadas luego con puentes como Venecia.

Ellos lograron tener agua dulce en forma de acueductos como también caudales de agua salada, y en todos los trayectos de dichos acueductos contaban con puentes levadizos para que no interfirieran con la navegación.

El mercado principal era el de Tlatelolco; en este se vendían miel de caña de maíz y de abejas, frutas, maíz, puerros, cebolla, cacao, legumbres, animales de caza, tejidos, colores para pintores, joyas de oro y plata, y variedad de materiales silvestres.

Uno de sus principales problemas era causado por las inundaciones continuas, por el nivel del lago, ya que este fluctuaba mucho entre la época de sequías y la época de lluvias. Aunque se hicieron trabajos de desviaciones de ríos y diques más grandes y fuertes siguió siendo un problema grave que no pudieron controlar.

La llegada de Hernán Cortés

la llegada de hernán cortes a Tenochtitlán

El conquistador español Hernán Cortés desembarco en la calzada Tlalpan el 8 de noviembre de 1519, y fue recibido por el gobernante Moctezuma. Este erróneamente pensaba que se trataba del dios Quetzalcóatl quien, según la leyenda, regresaría un día por el oriente. Moctezuma alojo a Cortés en el Palacio de Axayácatl y al poco tiempo capturó a Moctezuma, que no opuso resistencia.

Al tener la situación controlada Cortés salió de la ciudad a reunirse con Diego Velázquez, a resolver ciertos problemas de ideologías diferentes, dejando al mando a Pedro de Alvarado.

Los habitantes organizaban una importante festividad a los dioses Tezcatlipoca y Huitzilopochtli. Pedro de Alvarado ordenó a sus soldados  atacar a los indígenas durante la fiesta. Confundido por los preparativos para la fiesta religiosa pensando que eran  movimientos para tenderles una trampa. En este ataque cientos de indígenas, incluyendo mujeres y niños, fueron asesinados, creando indignación, sentimiento que sería decisivo para  el levantamiento de armas en contra de los españoles.

Al volver Cortés, todo el pueblo estaba indignado por todo lo sucedido a manos de Alvarado, tras ser reprendido Alvarado, le pidió a Moctezuma que tranquilizara al pueblo, a lo que el pueblo respondió  con piedras e insultos, este ataque hirió  gravemente a Cortés causando su muerte posteriormente.

Para ese entonces, Cuitláhuac era el tlatoani o “gobernante”, él organizó al ejército para desalojar a los españoles. El 30 de junio de 1520, los aztecas sorprendieron a los españoles, que intentaban huir de Tenochtitlán y los derrotaron en uno de los puentes de la ciudad, eliminando a gran parte de ellos, recuperando joyas y objetos de oro que habían acumulado. Este evento es conocido en la historia como la Noche triste.

Luego de todo esto, los españoles  comenzaron nuevamente el asedio que se prolongó por largo tiempo gracias a la ayuda del los tlaxcaltecas y los pueblos aliados, haciendo que se replegaran. Mientras tanto, muere el gobernante Cuitlahuác a causa de viruela, contagiado por uno de los esclavos de Cortes, asumiendo inmediatamente el cargo de gobernante “tlatoani” Cuauhtémoc. Quien lideró la resistencia de su pueblo hasta que los españoles lograron bloquear el agua hacia donde se encontraban  replegados y lograron que el 13 de agosto de 1521, depusieran las armas y se rindiera la ciudad Tenochtitlán.

Para representar la caída de todo el imperio y fuese claro a los pueblos circundantes, al gobernante  Cuauhtémoc lo ataron y le quemaron los pies, símbolo del fin de su gobierno, comenzando la era española, la gran parte de los españoles que lucharon allí nunca regresaron a España, se quedaron en Tenochtitlán haciendo familia con los aborígenes y reconstruyendo lo que sería conocido actualmente como México.